El Embalse Peñol-Guatapé es un imponente atractivo turístico que comparten los municipios de El Peñol y Guatapé, y que cubre 6.365 hectáreas de sus territorios, con profundidades máxima y promedio de 43 y 27,5 metros, respectivamente.
Además de la admiración que genera por su belleza natural y la majestuosidad del paisaje (muy propia para el recuerdo fotográfico), el lugar es ideal para el disfrute de deportes náuticos por lo que es común su práctica, así como la de actividades recreativas como paseos en lanchas a motor, motos acuáticas y yates.
También es propio para la pesca recreativa y como actividad económica de algunos lugareños. Alrededor del embalse se han asentado, además, gran infinidad de fincas de recreo, arquitectura que se conjuga con la belleza natural para darle un toque exótico al paisaje.
Este espejo acuático contiene cerca de 1.220 millones de metros cúbicos del líquido y sus aguas se originaron debido al represamiento del cauce del río Nare, para lo cual fue necesaria la inundación en su totalidad del municipio de El Peñol y de algunas de sus viviendas rurales, en la década de 1970, hecho alrededor del cual se generó una importante historia de gran repercusión para la identidad y memoria local.
Además de la vocación turística que le imprimió su construcción a estos territorios, principalmente al municipio de Guatapé, el Embalse es también fuente importante para la economía de las localidades, alrededor del cual han surgido emprendimientos de servicios turísticos de diversas naturalezas.