Conocido como el ‘Pueblo de Plazas’ y enclavado entre las copiosas  y verdes montañas del Oriente antioqueño encontramos al municipio de Granada.

El territorio granadino es apto para toda clase de cultivos agrícolas, mientras que en su área urbana predomina la tranquilidad de sus calles y la amabilidad de sus gentes.

Este municipio se identifica por una arraigada tradición religiosa que a través de los años ha permanecido vigente y le ha impregnado una reconocida identidad piadosa a su comunidad.

La historia de esta localidad del Oriente está ligada también a un doloroso capítulo de violencia que le afectó en gran medida; sin embargo, el ímpetu de las armas y la crueldad no fue superior al empuje de los granadinos y al amor por su pueblo, quienes encontraron en este triste episodio el momento justo para estrechar sus lazos de hermandad y juntos trabajar por el renacer de su pueblo.

En este proceso de resurgimiento granadino tuvo una vital importancia el espíritu solidario muy propio de sus habitantes, quienes encontraron en el sector cooperativo a un aliado inigualable para imponerse sobre las vicisitudes de la guerra.

Desde entonces, Granada ha logrado consolidar todo un proceso cooperativo con el ánimo de impulsar el progreso de un pueblo que hoy vive un gran presente y a diario trabaja por un mejor porvenir. La importancia de este sector ha sido tal, que este municipio del Oriente Antioqueño se ha erigido en Colombia como la cuna del cooperativismo.