La Catedral Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es un edificio catedralicio que reúne a los católicos de Sonsón para los oficios religiosos. Fue erigida como parroquia en 1809, perteneciente a la Diócesis de Medellín, y en 1957 le fue otorgada el título catedralicio y sede episcopal, como consecuencia de la creación de la Diócesis de Sonsón-Rionegro .
Su construcción es en estilo gótico, levantada en mármol y ladrillo, y adornada por preciosos vitrales y estaciones del viacrucis elaborados en mármol extranjero. Este moderno templo y de gran tamaño reemplazó al recordado templo en piedra labrada que estuvo en pie hasta 1962 cuando un terremoto destruyó parte de su estructura y, cuya imponencia era tal, que debió ser dinamitada para lograr su destrucción total.
Sin embargo, estos no han sido los únicos edificios principales que a lo largo de la historia han acogido a los fieles sonsoneños. Desde la fundación de la ciudad se han construido cinco templos en el mismo lugar, cada uno en diferentes materiales y de mayor complejidad a medida que se ha consolidado la ciudad.
El primero fue una sencilla capilla de bahareque y paja que fue bendecida en 1801. El segundo fue construido en 1819 y, 10 años después, ante el progreso de la localidad, se empezó a edificar un tercero más amplio y cómodo en 1829, con muros gruesos en tapia y con materiales traídos de las montañas vecinas. No fue hasta los últimos días de 1852 cuando se dio la bendición de la construcción final.
La catedral de granito
Sin embargo, es la catedral de granito una de las obras más recordadas no solo por la magnificencia de su arquitectura sino también por lo que incluyó su construcción y posterior destrucción.
El 3 de marzo de 1889 se colocó la primera piedra y el 5 de diciembre de 1915 se hizo la inauguración de la obra que aún seguía en su construcción que originalmente se pensó en otro material, pero dada la gran cantidad de canteras de piedra existentes en la región, terminó siendo levantada en granito.
Su edificación constituye uno de los mayores esfuerzos colectivos jamás realizados por la población de Sonsón: las piedras en bruto eran transportadas por los ciudadanos de todas las clases sociales hasta la plaza, en donde los picapedreros las tallaban mientras se construía el edificio. Rápidamente la obra se constituyó en el emblema más representativo de la ciudad, formando parte de su escudo oficial, y lo fue aún más luego de la elevación al rango de catedral en 1957.
Una serie de fenómenos naturales llevaría a la desafortunada destrucción del imponente edificio de granito. El primer temblor que afectó minoritariamente a la edificación sucedió en 1938, posteriormente, en diciembre de 1961 ocurrió un nuevo movimiento telúrico de consideración que, además de afectar el templo, cobró la vida de algunos feligreses cuando salían del templo.
Una seguidilla de temblores en febrero y marzo de 1962 fueron el preludio del cataclismo que fue para este templo el terremoto del 30 de julio de 1962, el cual afectó seriamente la catedral, destruyendo específicamente el ábside, la sacristía, los cielos de concreto del edificio con lo cual se destruyó completamente el altar en mármol, así como numerosos vitrales, mobiliario e imaginería religiosa.
A pesar de la considerable avería del edificio, cerca del 70 % seguía en pie, sin embargo hubo un gran debate que dividió a la sociedad entre quienes abogaban por la restauración y quienes postulaban destruir el edificio y levantar uno nuevo. La decisión sobre el futuro de la catedral recayó en los ingenieros, sismólogos, geólogos, líderes cívicos y autoridades eclesiásticas, evidenciando finalmente y mediante diversos estudios contratados, la imposibilidad de repotenciarlo.
Así fue como el 8 de octubre de 1963 fue demolida la catedral mediante el uso de dinamita, constituyéndose en la primera implosión realizada en el país. En 1964, concluida la demolición y remoción de escombros, empieza a tomar forma las primeras propuestas para el templo actual.
Foto: John Sánchez.