Caminar por los senderos ecológicos, disfrutar de sus cascadas y miradores para apreciar la biodiversidad de la zona rural de San Carlos, hoy se conjuga con la posibilidad de recorrer el pueblo y admirar el circuito de murales que en los últimos años se han elaborado en el municipio.
Estos, además de embellecer de color y arte las paredes de las casas e infraestructura sancarlitanas, cuentan una historia de resiliencia de una época de violencia que en otrora vivió el municipio.
Este arte inspirado en el pasado oscuro, además de promover la reconciliación, la reconstrucción del tejido social y la apropiación del territorio, en la actualidad se ha convertido también en una destacada actividad turística gracias a la Asociación Vive San Carlos.
Este emprendimiento impulsado por jóvenes, le apuesta a preservar la memoria histórica pero también a la conservación de los recursos naturales mediante la sensibilización para el aprecio y el manejo sostenible de los lugares turísticos naturales.
“Nosotros contamos la historia desde el parque principal donde vemos el Jardín de la Memoria y narramos todo lo que ha pasado…”, sostiene Kevin Alzate, miembro del colectivo juvenil.
Recientemente, el grupo de jóvenes recibieron acompañamiento y apoyo a través del programa El Campo Emprende, de Minagricultura y cooperación internacional, que cofinancian ideas asociativas de negocio que aportan a la reparación integral de las víctimas de la violencia, generando ingresos y empleos en la ruralidad colombiana.
Con esta iniciativa los jóvenes de Vive San Carlos recibieron capacitación en información turística y servicio al cliente de los asociados, así como incentivos económicos para la compra de equipos tecnológicos que les permitirán, además, elaborar recuerdos para los turistas.
Fotos: museodememoria.gov.co
