La Parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá, en San Vicente Ferrer, es un templo católico construido a mediados del siglo XIX en estilo neoclásico e, inicialmente, con frontis en espadaña.
Sin embargo, sus orígenes se remontan un siglo antes -en 1759-, cuando los hermanos José y Eusebio Ceballos Rojas edificaron una sencilla capilla viceparroquial de paredes de bahareque y techo de paja, consagrada a San Vicente Ferrer. Pronto se formó una pequeña aldea que posteriormente se convirtió en pueblo.
El 16 de febrero de 1780 la capilla fue elevada a la categoría de templo parroquial, el cual subsistió hasta 1788 cuando fue destruido por voluntad del párroco Nicolás Francisco de Agudelo para trasladar la parroquia al sitio de la Magdalena. Pero en 1797, el segundo párroco del poblado, José Cosme Echeverri Restrepo, decidió retomar la cabecera parroquial a su lugar original, edificando en el lugar un templo en tapia y teja.
En los siguientes 60 años en torno a este se consolidó una floreciente comunidad de la Antioquia del siglo XIX, lo que movió a la feligresía en 1853 a construir el nuevo edificio religioso, diseñado por el maestro Santos Sánchez, quien dirigió la obra por 20 años hasta su culminación.
Esta espléndida construcción se mantiene en pie después de 143 años, pese a las calamidades que ha sufrido como el terremoto del 4 de febrero de 1938 que averió la espadaña, obligando a su cambio por las actuales torres. También se cuenta el voraz incendio del 19 de septiembre de 1960 qué consumió el edificio y redujo a cenizas sus principales elementos ornamentales, y el terremoto del 30 de julio de 1962 que afectó gravemente su estructura y obligó a reforzarlas con vigas de amarre y columnas en acero y concreto.
Foto: Ermes Acevedo.
