Los tradicionales y coloridos zócalos son el elemento cultural más representativo de Guatapé, los cuales muchos de ellos fueron hechos en los primeros años del siglo XX y aún se conservan en las fachadas de las casas.
A diferencia de los que se hace en la actualidad, las obras que se realizaban en los inicios no se elaboraba por cuestiones estéticas sino para resguardar las paredes de la humedad y de los animales de corral.
Según los historiadores, todo comenzó cuando José María Parra Jiménez, trajo la técnica a Guatapé y la perfeccionó. Entonces pintó en el frente y en el zaguán de su casa unas ovejas para proteger las paredes, aunque otras versiones apunta a que lo hizo a modo de desafío a a beata Isadora de Jesús Urrea que había pintado en el altar de la Parroquia unos zócalos del cordero de Dios.
También se pueden encontrar nuevos modelos de estos zócalos construidos en las últimas décadas, los cuales relatan diferentes tramos de la historia indígena y de la colonización antioqueña. Un lugar representativo del pueblo y de esta tradición es la denominada Calle del Recuerdo.
Foto: Guatapé Colombia.