Somos el Oriente Antioqueño, una región de soñadores, emprendedores, gente amable, una región próspera y de grandes oportunidades. Somos una de las nueve subregiones que conforman el departamento de Antioquia, en Colombia. Son 7.021 kílómetros cuadrados que integran a 23 municipios de Antioquia, los cuales por su variedad de climas y topografía se agrupan en cuatro zonas con similares características: Altiplano, Bosques, Embalses y Páramo.
Los pueblos del Oriente Antioqueño son sinónimo de exóticos recursos naturales y de paisajes sorprendentes, cunas de ilustres personajes de la política, la cultura y el deporte, escenario de hechos memorables para nuestra historia departamental y nacional, así como terruño de arraigadas tradiciones religiosas y valores culturales en torno a la música, las artes manuales y escénicas.
Como ideal, fantástico y maravilloso, define la Real Academia de la Lengua la locución ‘de ensueño’, por eso, catalogarla como un territorio como tal resume íntegramente la connotación de dos palabras que son orgullo para sus habitantes y anhelo para los foráneos.
Economía y turismo en el Oriente Antioqueño
Su ubicación estratégica ha permitido un progreso continuo como región gracias a su cercanía con el Valle de Aburrá, al Aeropuerto Internacional José María Córdova, a la presencia de los principales embalses hidrográficos del país, al cruce por su territorio de una las vías más importantes de interconectividad departamental como lo es la autopista Medellín–Bogotá, entre otros aspectos.
Esto, sumado a su exuberante riqueza material e inmaterial, ha permitido el impulso del turismo, posicionándolo como un destino predilecto para quienes disfrutan del ecoturismo, el turismo religioso, cultural, gastronómico e histórico. Por ello, quienes se preguntan qué hacer en el Oriente Antioqueno o cuáles son los sitios turísticos de Antioquia, encuentran en este terruño un sinnúmero de respuestas y posibilidades.
Así mismo, la fecundidad de sus tierras ha posibilitado el desarrollo de actividades agrícolas en las que se destacan el cultivo de diversas especies frutales y hortalizas, erigiéndose como la despensa agrícola de Antioquia. De ellos se extraen y procesan también diversos productos, los cuales complementan una oferta gastronómica única para quienes se aventuran a hacer la «Vuelta a Oriente»; como tradicionalmente se le conoce al recorrido por estos bellos pueblos de Antioquia.
De otro lado, diversas variedades de flores son cosechadas en las montañas de este sorprendente territorio, las cuales engalanan luego a los más exigentes mercados internacionales.
Estas ventajas competitivas, sumado a la actitud asociativa de sus gentes, ha sido propicio para el surgimiento de emprendimientos en torno a las vocaciones agroindustriales y ganaderas, comerciales, manufactureras y de servicios, entre otras.
Igualmente, la industria nacional e internacional ha visto en el Oriente las mejores condiciones para su labor empresarial, contribuyendo de esta manera a la generación de empleo y al desarrollo productivo, posicionándola como la segunda economía más importante de Antioquia, después del Valle de Aburrá.