Semana Santa en el Oriente: sin procesiones, ni lavatorio y otros cambios

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Las celebraciones litúrgicas de Semana Santa atraen a propios y turistas en los diferentes municipios del Oriente Antioqueño, como consecuencia de las arraigadas tradiciones religiosas y la piadosa devoción popular de sus gentes, lo que hace que estos actos se vivan con mayor solemnidad en estos pueblos.

Sin embargo, como consecuencia de la actual contingencia por la pandemia del COVID-19, las celebraciones de la Semana Mayor en estos municipios tendrán restricciones, limitaciones y cambios, de acuerdo con las instrucciones emitidas por el obispo de la Diócesis Sonsón-Rionegro, monseñor Fidel León Cadavid, y que aplican en todo el territorio eclesial.

La primera de ellas es que no se tendrán procesiones como la del Domingo de Ramos, la cual se celebrará al interior el templo, igualmente, tampoco se tendrá la procesión al monumento en la misa de la Cena del Señor, de cuya celebración también se omitirá el lavatorio de los pies.

Aunque se da potestad a los párrocos para la elaboración de los tradicionales monumentos, “en los lugares donde las circunstancias pastorales lo permitan”, se invita a evitar las visitas a los diferentes monumentos, una práctica tradicional en los orientales y visitantes.

El rezo del Viacrucis se hará en los templos, respetando los aforos permitidos, y la adoración de la cruz con beso estará limitada exclusivamente para el sacerdote que presida el acto litúrgico, mientras que los fieles lo deberán hacer con una respectiva venia. En cuanto a la Vigilia Pascual, la celebración más importante de la Semana Mayor, se excluirá la fogata inicial y la procesión se hará únicamente con los ministros o sacerdotes celebrantes.

En cuanto a los pasos, con las tradicionales procesiones del día, monseñor Fidel invitó a los párrocos a realizar las carrozas y ubicarlas en los atrios de los templos, y evitar así traslados en las calles, al igual que se excluyen procesiones con el Santísimo Sacramento.

A pesar de las restricciones y cambios en los tradicionales actos litúrgicos, desde la Diócesis se invitó a los equipos sacerdotales de las diferentes parroquias a aumentar el número de celebraciones para favorecer una mayor participación de fieles en diferentes horarios, aunque recordando también la aplicación de los diferentes protocolos de bioseguridad: evitar aglomeraciones y hacer uso de tapabocas, distanciamiento, ventilación, desinfección de zonas, entre otros. “Así mismo, propíciese las celebraciones litúrgicas en veredas y centros poblados, para evitar el desplazamiento de fieles y aglomeraciones en los templos”, expresaron desde la administración de la iglesia particular.

Las parroquias que lo consideren oportuno podrán hacer misas campales en las celebraciones del Domingo de Ramos, Jueves y Viernes Santo, y Domingo de Resurrección, previa autorización de las alcaldías municipales, a quien también podrán solicitar autorización para ampliar el aforo hasta ahora permitido.

Monseñor Cadavid también invito a que en estas celebraciones se garantice el uso de los medios de comunicación para llevar las celebraciones a todas las personas, así mismo, invitó a reforzar y tener presente las normas de bioseguridad que se han estado cumpliendo y las que por disposiciones de las administraciones municipales deban cumplirse durante estos días.


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